Puede que no hayas oído hablar nunca de los discos duros híbridos o SSHD (Solid-State Hybrid Disk) y te preguntes qué son. También puede que hayas oído hablar de ellos pero no sepas exactamente qué son. A continuación te explicamos como funcionan y qué ventajas e inconvenientes tiene los discos duros híbridos o SSHD.
- Almacene videojuegos y juegue con ellos más rápidamente con una unidad SSHD interna que ofrece la capacidad de una...
- Esta unidad de disco duro híbrida, adecuado para videojuegos en PC y en ordenadores portátiles, carga los mapas y...
- Elija entre una variedad de capacidades para un equipo optimizado
Índice de contenidos
¿Qué es un disco duro híbrido?
Un disco duro híbrido es idéntico a un disco HDD tradicional por fuera, pero las diferencias están en su interior. Pues, como su nombre apunta, un disco híbrido es un disco duro que combina lo mejor de 2 cosas. Un disco duro tradicional HDD por un lado y un disco duro sólido SSD por el otro. Esto nos debería permitir tener lo mejor de ambos mundos: velocidad y capacidad. Y a un precio más bajo que un SSD. Se trata de un SSD de baja capacidad (normalmente menos de 32GBs) y un HDD de gran capacidad (normalmente de 1TB o más). Es la misma idea que Intel Optane, pero teniendo almacenamiento y caché en un mismo dispositivo. Pero veamos si la realidad es tan bonita como la pinta la teoría.
¿Como funciona un disco duro híbrido?
Lo primero que hay que mencionar es que los discos duros híbridos o SSHD, a pesar de ser una combinación de SSD + HDD, no son en realidad 2 discos, sino uno solo. Es decir, cuando lo conectamos vemos una sola unidad, y no un SSD por un lado y un HDD por otro. Western Digital creó un disco que estaba formado por un disco SSD y un disco HDD por separado, pero metidos en la misma caja de un disco duro normal. Era el WD Black2 Dual. A pesar de ser una genial solución, por algún motivo no tuvo mucho éxito y ya no se comercializan. Entonces, ¿cual es la ventaja y como funcionan los discos híbridos? Pues lo que hace un disco híbrido es usar el SSD como caché de los datos que hay en el HDD.
De esta forma, no podremos poner unos datos en el SSD y otros el HDD, a nuestra voluntad, como podríamos pensar. Nosotros simplemente lo usaremos como un disco HDD normal, y él colocará, de manera automática, los datos que más se usen, en el SSD. El hecho de estar en la caché significa que esos datos se podrán leer muy rápido. Así pues, cosas como el arranque del sistema operativo serán más rápidas al estar los archivos necesarios para ello en esta caché SSD. Pero el problema es que la caché es limitada, pues es mucho más pequeña que la capacidad del disco HDD. Por eso, si accedemos a otros datos del HDD a menudo, estos reemplazaran los datos que teníamos en caché, y esos ya no se podrán leer rápido, pues en la caché SSD habrá ahora otros datos.
Ventajas e inconvenientes de los discos duros híbridos
La principal ventaja de un disco híbrido es su menor coste con respecto a un SSD. El precio lo debemos calcular en €uros por GB. Los SSHD tienen capacidades de 1TB para arriba, con lo que el precio por GB baja. Pero claro, esta ventaja conlleva un inconveniente, y es que el rendimiento de un SSHD tampoco es el mismo que el de un SSD. A pesar de todo, un SSHD si aporta una mejora de rendimiento en algunas tareas. Podríamos decir que un disco duro híbrido está a medio camino entre los HDD y los SSD. En resumen, tiene algo bueno de ambos, pero no está a la altura de los SSD en cuanto a rendimiento.
- Capacidad: 500 GB
- ms/caché/rpm: -/-/-
- Tasa de transferencia de datos: Lectura: 140 MB/s
¿Merece la pena un disco duro híbrido?
Un disco duro híbrido tiene sentido si lo vamos a poner en un portátil que solo tiene hueco para un disco duro de 2,5″. En este caso, tendremos un balance entre rendimiento y capacidad. Pero si lo que queremos es el máximo rendimiento (y disponemos de espacio físico para ello), lo mejor siempre es tener un SSD + un HDD. Como podemos apreciar en el siguiente vídeo, un SSHD ayuda en algunas cosas que hacemos de manera frecuente, como el arranque del sistema operativo, donde el tiempo queda más cerca del del disco SSD. Pero en otras cosas que se hacen menos a menudo, como instalación de programas o carga de juegos, el SSHD queda más cerca de los tiempos del HDD.
Así pues, podemos decir que el sistema operativo instalado en un disco SSHD carga lento (como si fuera un HDD) durante el primer inicio. Después, en cada nuevo arranque, va más y más rápido. Después de varios arranques, alcanza los tiempos de un disco SSD. Con cada reinicio se añaden datos que son necesarios para el arranque a la cache, hasta que los tiene todos. El problema es que, con el uso normal de un ordenador, pocas tareas son tan repetitivas como la carga del sistema operativo.
Disco duro híbrido para juegos
Otra de las dudas habituales sobre los discos duros híbridos o SSHD es si compensa comprar uno para instalar juegos en el. La idea es reducir los tiempos de carga. La respuesta es que, para juegos grandes y pesados un SSHD apenas nos ayudará con respecto a un disco HDD. Para estos casos, lo mejor es optar por uno de los SSDs con mejor relación calidad-precio para juegos. Por el contrario, para juegos de menor tamaño (que quepan completamente en la caché) si puede aportarnos una mejora más o menos notable.
Modelos actuales: Seagate FireCuda
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Los discos duros híbridos estuvieron de moda durante un tiempo, debido al altísimo precio de los discos SSD. Luego, con la bajada del precio de estos, perdieron algo de popularidad. Pero a pesar de todo, hace poco Seagate ha lanzado una nueva gama de discos híbridos que parecen estar teniendo muy buena aceptación. Se trata de la gama Seagate FireCuda, con discos SSHD de 500GBs y 1 y 2 TBs de capacidad, disponibles tanto en formato 2,5″ como 3,5″, todos ellos SATA. Estos tienen una caché SSD de 8GBs y ofrecen un rendimiento superior al de un HDD.
Discos duros híbridos recomendados
Si estás interesado en adquirir un disco duro híbrido, estos son los mejores y los más recomendables por su buena relación calidad-precio:
