Estamos acostumbrados a ver torres de ordenador que ocupan más que la pantalla del mismo. Son grandes y ruidosas a veces. En realidad, a no ser que tengamos unos requerimientos específicos o queramos jugar a los últimos juegos a la máxima calidad, lo que esas cajas de ordenador son es un desperdicio de espacio. Son el legado que nos han dejado los primeros ordenadores que tuvimos en casa. Pero cada vez los componentes electrónicos son más pequeños, y más potentes a su vez. Entonces, ¿por qué necesitamos una caja de ordenador tan grande?
La verdad es que, en la gran mayoría de casos, no la necesitamos. Cada vez más, podemos hacerlo todo a través de un simple navegador web. Son tareas que no requieren una gran capacidad de procesamiento ni potencia de nuestro ordenador. Para escribir un documento de texto, trabajar con una hoja de cálculo, navegar por internet, escuchar música o incluso ver algún vídeo, no necesitamos más potencia que la que tenemos en nuestro teléfono móvil. De hecho, podemos conectar una pantalla y un teclado/ratón a nuestro teléfono y usarlo como un equipo de sobremesa para hacer las tareas más comunes del día a día.
Los MiniPC son, como su nombre indica, ordenadores cuya principal característica es que son muy pequeños. Hablamos de que miden 13 x 13 x 3 cm. Son poco más grandes que un móvil y pesan sobre medio kilo. Podemos pensar entonces que tienen muy poca potencia, pero nada más allá de la realidad. Son equipos más que suficientes para hacer la gran mayoría de tareas que necesitamos hacer con un ordenador doméstico. Esto es, claro, si no vamos a usarlo para jugar a los juegos más exigentes en cuanto a calidad gráfica. Pero tareas de ofimática, navegación por internet y ver vídeos, sin problema. Incluso podemos ver vídeos en 4K con algunos modelos.
Estos MiniPC tienen más ventajas, y es que al ser tan pequeños, los podemos poner donde queramos, o esconderlos si así lo deseamos. Por ejemplo, detrás de la TV del salón. También se pueden instalar detrás del monitor de PC y quedan totalmente ocultos e integrados en la pantalla, quitando las grandes cajas de PC y cables de por medio. Muchos tienen Wi-Fi incorporado, con lo que se trata de un portátil sin pantalla. Solo tienen un ventilador, sobre el procesador, que solo se enciende cuando la demanda de potencia al mismo es elevada, así que son casi totalmente silenciosos. Por si fuera poco, tienen unos precios de auténtico chollo. Además, podemos elegir el sistema operativo que usan, pues los hay que vienen con Windows 10 y otros con Android. Vamos a ver cuales son mejores y os vamos mostrar cuales son los mejores MiniPC con Windows 10.
MiniPC Windows 10 vs Android
La primera gran duda a la hora de comprar uno de estos equipos es si compramos un MiniPC con Windows 10 o Android. Y es que ambos tienen sus ventajas e inconvenientes. Una de las principales cosas a tener en cuenta es que los MiniPC con Android están limitados a las aplicaciones de la Play Store. Esto quiere decir que su enfoque será más para usos multimedia. Y es que, si bien es cierto que hay aplicaciones para casi todo, la versatilidad que ofrece Windows 10 es difícil de obtener con un dispositivo Android para algunas tareas. Android es perfecto para móviles y tablets, pero es que estos MiniPC los usaremos en una pantalla grande, ya sea de ordenador o una TV, con un teclado y ratón externos.
Es por ello que un MiniPC con Windows 10 nos permitirá hacer muchas más cosas que uno con Android. Partiendo de que hay programas para Windows para hacer de todo, y siguiendo con que se pueden conectar muchos dispositivos externos mediante USB, mientras que Android no es tan compatible como Windows. Además de un teclado y ratón, hablamos de webcams, mandos para juegos, auriculares con o sin micrófono, impresoras, altavoces… y cualquier aparato USB! Por eso un MiniPC con Windows 10 siempre será más polivalente que uno con Android. Disponen de las conexiones más comunes, como HDMI, puerto de red RJ45, salida de auriculares/altavoces, entrada de micrófono y múltiples puertos USB (y USB-C). Algunos incluso tienen 2 puertos HDMI, por si queremos conectar 2 monitores y trabajar más cómodamente.
Sobre las especificaciones técnicas del mismo, uno de los puntos más importantes será el disco duro, pues si dispone de un disco SSD, además de un procesador medianamente potente, el resto de características pasan a un segundo plano. Parece mentira que estos pequeños equipos cuesten tan poco, y es que son auténticos chollos. Sus usos son infinitos, pues podemos usar un MiniPC en el despacho u oficina para hacer tareas de ofimática. En el PC de casa para navegar y ver vídeos de entretenimiento. En el salón como HTPC para ver series y películas. Lo podemos incluso esconder en el falso techo para conectarlo a una TV colgada en la pared y usarlo con un teclado y ratón inalámbricos. Hasta te lo puedes llevar de viaje y conectarlo a la TV del hotel.
En definitiva, unos pequeños dispositivos muy prácticos que pronto van a desbancar, en algunos ámbitos, a los grandes ordenadores a los que estamos acostumbrados.