La declaración de la Renta de un trabajador autónomo o de una PYME es diferente a la de una persona particular, ya que son muchas más las obligaciones que debes cumplir con la Agencia Tributaria para mantenerte al día y evitar sanciones.
Por esta razón, para reducir riesgos, lo más aconsejable es dejar la declaración de la Renta en un programa de gestión y contabilidad para autónomos y Pymes como Contasimple, que te permitirá llevar tu contabilidad, calcular tus impuestos y hacer la declaración en tan solo unos segundos.
Y, conscientes de las dudas y riesgos existentes, en este post nos vamos a centrar en los modelos 303, 100 y 390, tres modelos fiscales cuya presentación al hacer la declaración de la Renta es fundamental para cumplir con tus obligaciones y tributar correctamente.
Modelo 303: declaración del IVA
Uno de los modelos más importantes tanto para trabajadores por cuenta propia como para Pymes, el modelo 303 es el correspondiente a la autoliquidación del IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido), un tributo de naturaleza indirecta que grava el consumo de bienes y servicios, por lo que no se paga en función del volumen de ingresos durante un periodo de tiempo determinado.
A través de este modelo se declaran todos los ingresos y gastos relacionados con el IVA, tanto el IVA repercutido (el que cobras a tus clientes), como el IVA soportado (el que pagas a tus proveedores).
¿Cuándo hay que presentar el modelo 303?
El modelo 303 puede presentarse de forma mensual o trimestral, en función del volumen de facturación, siendo la trimestral el tipo de presentación más común, que tiene los siguientes plazos:
- Primer trimestre: del 1 al 20 de abril.
- Segundo trimestre: del 1 al 20 de julio.
- Tercer trimestre: del 1 al 20 de octubre.
- Cuarto trimestre: del 1 al 30 de enero del año siguiente. Así mismo, en este periodo, también hay que presentar el modelo 390, del que hablaremos más adelante.
Modelo 100: declaración de la Renta
¿Qué es el modelo 100?
El modelo 100 Agencia Tributaria corresponde a la Declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), siendo el modelo utilizado para declarar y liquidar el IPRF anual a la Agencia Tributaria, mostrando un resumen de tus ingresos, gastos y retenciones obtenidos durante el último año.
La presentación del modelo 100 es totalmente obligatoria para cualquier autónomo, siendo el que determina la cantidad que debes pagar en concepto de IRPF o, en su caso, si tienes derecho a una devolución.
En este modelo, los trabajadores autónomos tienen incluir tanto sus ingresos, que suelen proceder de la facturación a clientes, como sus gastos deducibles, que pueden incluir suministros, material, alquiler de oficina, seguros sociales y otros gastos relacionados con la actividad profesional.
¿Cuándo hay que presentar el modelo 100?
La presentación del modelo 100 es anual y, normalmente, debe realizarse entre los meses de abril y junio, y es fundamental para regularizar los impuestos personales derivados de la actividad profesional y asegurar que estés al día con tus obligaciones fiscales.
Modelo 390: resumen anual del IVA
El 390 es el modelo utilizado para hacer el resumen anual del IVA, a través del cual se recopila toda la información que se ha ido presentando a lo largo del año mediante el modelo 303, del que ya hemos hablado.
Al contrario que los anteriores, el modelo 390 consiste en una declaración informativa, lo que significa que no hay que pagar impuestos, pero, tiene una gran importancia, permitiendo que la Agencia Tributaria disponga de un registro de todas las operaciones relacionadas con el IVA a lo largo del año fiscal.
¿Cuándo hay que presentar el modelo 390?
El modelo 390 hay que presentarlo una vez al año durante el mes de enero, durante el mismo periodo que el cuarto trimestre del modelo 303.
¿Por qué es importante presentar estos modelos al hacer tu declaración de la Renta?
Independientemente de que seas un trabajador autónomo o gestiones una Pyme, estos tres modelos son imprescindibles para cumplir con tus obligaciones fiscales. Y es que, además de garantizar que has declarado todos los impuestos correspondientes a tus ingresos y gastos de forma correcta, también son clave para que puedas llevar un control exhaustivo de tus operaciones, así como para evitar posibles sanciones de Hacienda por incumplimiento.
Por todo ello, los modelos 303, 100 y 390 son tres de los más importantes para el cumplimiento fiscal de autónomos y Pymes, siendo fundamental presentarlos de forma correcta y dentro de plazo.
Dada su importancia, en caso de tener cualquier tipo de duda sobre ellos, te recomendamos consultar con un asesor fiscal especializado que pueda asesorarte y asegurarte de que todo estará correcto para así reducir cualquier mínimo riesgo.